Soñé que me desparramaba entre las letras de todos los libros leídos, la tinta me acunaba y con los dedos podía sentir las palabras.
Soñé que las letras eran mías, podía moldearlas, hacerlas un poco tuyas.
Soñé que te gustaban todas esas historias, las contadas y las que iban saliendo a borbotones de mi cabeza, ahogándome.
Sentada, entre todos los tomos que me rodean e invaden cada resquicio de mi vida -y mi alma- cerré los ojos y me dejé ir, porque tan solo quería soñar.
Yavannna